El cólico del lactante es un trastorno muy frecuente (más del 30% de
lactantes lo padecen en alguna medida) de causa desconocida, aunque hay muchos
factores que pueden estar implicados en su aparición.
Causas
En algunos casos, el llanto está producido por causas digestivas, la más
frecuente de las cuales es la intolerancia a las proteínas de la leche que toma
el niño o porque la madre ingiere excesivos productos lácteos (si las tomas son
del pecho).
Pero en la mayoría de ocasiones existe un aumento en la producción de gas
intestinal o una incapacidad para su correcta eliminación, lo que puede
deberse, como hemos dicho, a una intolerancia a la lactosa. Pero casi siempre
ocurre por una mala técnica de alimentación, en la que el lactante traga
demasiado aire, más el hecho de que pasa muchas horas en posición horizontal en
la cuna. También se cree que los cólicos podrían estar causados por un aumento
en la producción de algunas hormonas del intestino (motilina, gastrina...) que
incrementarían demasiado la frecuencia e intensidad de los movimientos
intestinales.
Síntomas
El cólico del primer trimestre se caracteriza por episodios de un llanto
agudo que parece inexplicable y que altera a un niño que por lo demás parece
sano, saludable y tranquilo durante el resto del tiempo. El cólico se inicia
generalmente después de las tomas, aunque puede suceder a cualquier hora sin
relación con ellas. Es más frecuente durante la tarde o noche y puede durar más
de 2 horas.
Estos episodios aparecen a partir de la primera semana de vida y
probablemente se extenderán durante los primeros 3 meses de vida con una
frecuencia diaria. Pueden acompañarse de movimientos de flexión de las piernas
sobre el abdomen, flexión de brazos, apretar los puños, muecas diversas,
irritabilidad general y emisión de gas intestinal. El lactante suele consolarse
si le cogemos en brazos.
Tratamiento fisioterapéutico y osteopático
- Masaje en el abdomen del bebé en
dirección a las agujas del reloj.
Este masaje se puede hacer antes o
después de comer, antes para prevenir el cólico y después para calmarlo.
-
Osteopatía: las vísceras están
inervadas por el Sistema Nervioso Autónomo o Vegetativo, la región visceral
relacionada con el cólico del lactante está inervada por el Nervio Vago. Este nervio sale del cráneo por el Agujero
Rasgado Posterior y desciende hasta las vísceras acompañando al esófago. La
afectación del Agujero Rasgado Posterior puede explicar los síntomas y signos
con los que muchas veces se presenta el bebé, como problemas a la hora de tomar
el pecho, dificultad en la deglución, regurgitación...
Mediante la Osteopatía Craneal
podemos tratar la afectación del Agujero Rasgado Posterior para liberar el
Nervio Vago.
Con la Osteopatía Visceral, podemos
tratar el propio intestino para que funcione mejor.
Las técnicas son totalmente inocuas y
no producen ningún tipo de dolor ni efecto secundario en el bebé.
El bebé no nos puede hablar, pero gracias a su expresión corporal durante
el llanto nos está informando de las estructuras anatómicas que están
relacionadas con su dolor.
No es lo mismo que llore con las piernas flexionadas llevándose las manos a
la barriga que lo haga con las piernas estiradas y llevándose las manos a la
cabeza.
El protocolo para eliminar los síntomas suele variar entre 1 y 3 sesiones,
dependiendo de la causa del problema.
A continuación os dejamos una sesión fisioterapéutica a un bebé que padece
el cólico del lactante:
Fuentes:
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